lunes, 7 de julio de 2014

El tiempo que me debo

Cada vez es menos el tiempo que le debo a mis sueños, y a los
tuyos también, el futuro que ayer hipotequé solo me trajo los
restos de un naufragio olvidado en la basura, las mismas dudas,
los mismos fangos, compañeros de noches inciertas en tabernas
de ningún puerto, los mismos destrozos y a pesar de todo, la vida
más que siempre me compensa.

A dos cuerpos de distancia siempre hay alguien que me sorprende
y me emborracha con la frescura de otro invierno nuevo para mi.

Una nueva ilusión me hará volver al camino que dejé, y despegaré
mis pies del destino, y a la quimera la compraré billete sin vuelta
hacia mi próxima tempestad, se despejará  el horizonte y te cantaré
ahora que aún no eres mía, y le pondré nombre a tus besos color a
tus mejillas, y dibujaré mil abrazos en algún rincón.

Ojalá que alguien espere en mi próxima canción, cada vez es menos
el tiempo que me falta, es menos cada vez el tiempo que me debo.